Bomba sorpresa de chocolate
Después de meses con la bomba sorpresa de chocolate dando vueltas por mi cabeza, mi queridísimo hermano me regaló la bola desmontable, que sirve de molde (y que resulta necesaria si queremos un resultado bueno). Se puede hacer sin este molde, pero evidentemente no nos quedará una superficie tan lisa y de una sola pieza. Una vez con la bola de plástico en mi poder, tardé nada y menos en empezar con ello. Y si os digo la verdad, grabé el vídeo que tenéis en Youtube al mismo tiempo que intentaba hacerla por primera vez. Ya podéis imaginar el show y los nervios para ver si me salía a la primera… Pues, será la suerte del principiante, pero surgió la magia.
Tenía especial interés en este postre porque, además de ser chocolate-por-un-tubo y muy Delicious Martha, creo que es algo bastante sencillo, que podemos hacer en cualquier casa, pero el resultado se asemeja a un gran postre digno de estrella. En definitiva, es sorprendente sin dejar de ser extremadamente complicado.
Lo que recomiendo es paciencia y tacto. Lo de más vale maña que fuerza, aplicarlo bien en este caso porque resulta entretenido rellenar la bola y desmoldarla de una sola pieza. Si veis que no sale, que no cunda el pánico, todo tiene solución:
- Si se parte por la mitad pero está desmoldada, es fácil pegarla de nuevo con un poco más de chocolate fundido.
- Si tiene un agujero, podemos aprovecharlo para después colocar en el interior el resto del postre.
- Si está resquebrajada, se pinta con chocolate fundido y se vuelve a congelar en el molde y, al sacarla, con el reverso de una cuchara se ‘lima’ suavemente para alisar las impurezas.
- Si no sale del molde, golpear suavemente para intentar despegarla.
- Si nada de esto funciona, ¡ánimo! derretimos de nuevo el chocolate y volvemos a empezar, ¡que todo acaba saliendo!
Espero que podáis preparar vuestra bomba sorpresa de chocolate casera y que dejéis a todo el mundo con la boca abierta. Os aseguro que merece la pena ver las caras de admiración cuando se hace la magia…
Ingredientes para la Bomba sorpresa de chocolate:
- Chocolate blanco, aproximadamente 100 gr.
- 50 gr. de chocolate negro, 70% cacao
- 50 ml. de nata, 35% M.G.
- Unos trozos de brownie para el interior, o una magdalena partida o similar para evitar más preparaciones
- Frutos rojos frescos (frambuesas, arándanos, fresas, …)
- Helado de vainilla, nata montada congelada… Para dar un contraste de temperatura
Preparación de la Bomba sorpresa de chocolate:
Derretir el chocolate blanco e introducirlo en la bola de plástico que hará de molde. Cerrarla y repartir el chocolate por todo el interior, vigilando que quede uniforme y cubra toda la parte interna. Introducir en el congelador 30 minutos.
IMPORTANTE: Cada 5 minutos, sacar la bola del congelador y golpear suavemente toda la superficie, para que el chocolate, al solidificarse, se vaya despegando del plástico que le da forma. Así será más fácil el desmolde.
Pasado el tiempo, sacar la bola del congelador y golpear suavemente un poco más. Abrir y, con extremo cuidado, retirar la bola del interior, con movimientos muy suaves y evitando que se rompa. El grosor del chocolate tiene que ser bastante fino, para que después se funda cuando bañemos la bola, por lo que no uséis demasiado chocolate blanco fundido para hacer el molde y vigilad porque es muy frágil una vez está solidificado.
Una vez desmoldado, reservar dentro de la misma bola de plástico mientras se prepara el resto.
Poner agua en un cazo y llevar a ebullición. Remojar en el agua caliente un molde más pequeño, para que coja temperatura. Secarlo muy bien y colocar la base de la bola en contacto con el molde caliente, de forma que se funda el chocolate de la parte que está tocando el molde y cree un agujero (por donde se introducirán el resto de alimentos del postre). Ir moviendo sobre el molde la bola para hacer un agujero de aproximadamente 6 cm. Una vez esté hecho, retirar y reservar.
Para el montaje final de la bomba sorpresa de chocolate, disponer un plato hondo y llenar la base con frutos rojos, los trozos de brownie y repartir unas bolas pequeñas de helado o nata. Cubrir con la bola por la parte del agujero, de modo que todo quede en el interior de ella. Repartir alrededor unas frutas para ‘esconder’ la base de la bola agujereada.
Antes de servir, calentar la nata y el chocolate negro en el microondas a intervalos cortos de tiempo. Remover bien para obtener una crema lisa, brillante y homogénea.
En la mesa, verter el chocolate sobre la bola cuidadosamente y poco a poco, para que el chocolate blanco se vaya fundiendo a medida que vamos regando con la crema de chocolate.
¡A disfrutar!
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