Galletas sandía de mantequilla
¿Qué tal si nos comemos el verano con unas galletas sandía?
Eso mismo es lo que me viene a la cabeza cuando veo estas originales galletas sandía. Una divertida y diferente manera de decorar tu merienda más veraniega pero con un sabor exquisito: el de las típicas de mantequilla.
Y es que éstas galletas sólo son fruta en apariencia. Puesto que usaremos la misma masa que las tradicionales de mantequilla, pero con una llamativa presentación y la ayuda de los colorantes alimenticios.
¿Verdad que puede ser mucho más divertido? Una fantástica manera de que los niños coman fruta es que alternen estas galletas con unos gajos de sandía de verdad… Seguro que se nos pueden ocurrir muchos juegos al respecto y divertirnos comiendo bien.
En mi canal de Youtube encontraréis el video y ya veréis lo sencillo que es preparar estas galletas de sandía. Basta con un poco de destreza y paciencia, pero que vale mucho la pena. Incluso para que los más pequeños se diviertan y aprendan cocinando cositas fáciles que después podrán probar de merienda.
¿Nos animamos con unas galletas de sandía?
Ingredientes para las galletas sandía:
- 250 gr. de mantequilla
- 500 gr. de harina de repostería
- 7 cucharadas de leche entera
- 150 gr. de azúcar glas
- 1/2 cucharada de esencia de vainilla
- Colorante alimentario (negro, rojo y verde)
Preparación de las galletas sandía:
Empezar preparando la masa de las galletas. Para ello, poner en un bol la mantequilla, a temperatura ambiente, junto al resto de ingredientes.
Amasar con las manos hasta que todos los ingredientes estén unidos, sin amasar demasiado. Hacer una bola con la masa, tapar con papel film y dejar reposar 30 minutos.
Pasado el tiempo, separar la masa en dos partes iguales. Una de las mitades, volver a dividirla en dos.
Coger la parte más grande de masa y retirarle un pequeño pellizco que se reservará para el final. Poner colorante rojo en esta gran parte de masa y amasar hasta que el color quede homogéneo. Formar un rollo grueso, en forma de cilindro alargado. Cubrirlo con papel film y reservar en el frigorífico.
Con una de las dos partes pequeñas, estirarla con un rodillo, dejándola sin teñir. Cuando se consiga un grosor de aproximadamente 2mm, poner el cilindro rojo en el centro. Enrollar la masa sin teñir sobre la masa cilíndrica de color rojo. Retirar los sobrantes, presionar ligeramente y volver a cubrir con papel film, reservándolo en frío.
Con la otra parte de masa pequeña, teñirla de verde y realizar la misma operación: estirar, dejarla con un grosor de unos 2mm y enrollarla sobre el cilindro reservado. De esta forma, quedará el interior rojo, una franja sin teñir y cubierto con la masa verde.
Volver a envolver en film transparente y dejar en la nevera durante 1 hora. Sacar del frigorífico, ponerlo sobre una tabla de cortar y, con un cuchillo muy afilado, ir realizando cortes circulares de aproximadamente 3mm. Así se irán formando galletas redondas en forma de sandía. Si queremos gajos en forma de luna, dividir cada galleta en dos mitades. De este modo tendremos más galletas sandía y en forma de gajo.
Ir disponiéndolas sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y separadas entre ellas. Con el pellizco de masa que se había guardado al principio, se harán las pepitas de la sandía. Con colorante negro, teñiremos la masa y realizaremos pequeñas lagrimas que se colocarán sobre la masa roja de las galletas, de forma irregular.
Hornear las galletas sandía en varias veces durante 10 minutos a 180ºC en horno precalentado. Cuando se vea que los bordes empiezan a dorarse, retirar del horno. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Una vez frías se conservarán en un recipiente hermético.
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