Cheesecake de oreo y dulce de leche
¡Agárrate fuerte porque llega una bomba! Sí, este cheesecake de oreo y dulce de leche lo es… Pero puestos a tener comilonas para las fechas navideñas, hagámoslo con algo tan delicioso como esta tarta.
Seguramente habréis visto tartas así miles de veces. Pero nunca un cheesecake de oreo y dulce de leche como éste. Es sencillo, y a la vez, una verdadera bomba de placer. Liémonos la manta a la cabeza y hagamos ver que las calorías no cuentan a veces. Hoy, sin ir más lejos, la báscula la dejamos de lado y nos damos este homenaje con algo tan apetecible.
Y lo mejor, ¡que no necesita horno! Por eso me decanto por usar el queso Mascarpone antes que cualquier otro de untar, ya que es más suave y queda mucho mejor. En cambio, las tartas que van al horno podemos usar cualquier queso crema de marca blanca que nos guste. Y lo mismo con el dulce de leche. Si lo hacéis casero, es mejor que quede denso, que sea más difícil de untar. Si lo compráis ya hecho, aseguraros que es dulce de leche pastelero, o alguno que sepáis que no es excesivamente líquido, porque sino la tarta no se mantendrá tan estable y se puede juntar con la crema de queso cuando lo montemos.
En el caso de que tengáis el dulce de leche y no esté con la textura adecuada, lo podéis poner en un cazo a fuego bajo y espesarlo un poco, dejando que evapore durante unos minutos. Esto asegurará que la tarta quede perfecta.
El resto es coser y cantar, así que a disfrutarlo. Si quieres seguir el vídeo paso a paso, lo encontrarás aquí.
Ingredientes para el cheesecake de oreo y dulce de leche:
Para la base:
- 170 gr. de galletas oreo
- 50 gr. de mantequilla
- 200 gr. de dulce de leche pastelero* (que sea denso)
Para el relleno:
- 500 gr. de mascarpone
- 5-6 hojas de gelatina, o 11 gr.
- 160 gr. de azúcar
- 260 gr. de nata (35% M.G.)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para decorar:
- oreo partidas
- dulce de leche
Preparación del cheesecake de oreo y dulce de leche:
Empezar preparando la base. Para ello, triturar las galletas oreo hasta reducirlas a polvo. Derretir la mantequilla en un bol al microondas, vigilando que no se queme. Verter la mantequilla derretida sobre las galletas trituradas y mezclar hasta obtener una pasta homogénea. Verterla sobre la base de un molde desmontable de 24 cm. de diámetro forrado con papel vegetal por los laterales. Presionar con la cuchara para compactar la base y que quede rígida.
Repartir el dulce de leche pastelero (es importante que sea así, puesto que tiene más textura y quedará consistente. El normal quedaría mezclado con el relleno de queso). Cubrir toda la base de galletas con el dulce de leche y reservar refrigerado, mientras se prepara el resto.
Para el relleno de queso, lo primero es hidratar las hojas de gelatina en agua fría. Seguidamente, poner el mascarpone en un bol amplio. Batir ligeramente con un tenedor o una espátula. Añadir el azúcar, y combinar bien hasta integrar. A continuación, incorporar también la esencia de vainilla y remover bien.
Por otro lado, calentar la nata en el microondas. Escurrir bien la gelatina e incorporarla a la nata caliente. Remover con la ayuda de un tenedor, para que quede completamente disuelta. Poner dos cucharadas de la mezcla de queso en la nata, para que ambas preparaciones se atemperen. Cuando esté bien mezclado, volver a volcar toda la nata con la gelatina en el recipiente del queso mascarpone. Mezclar todo con una espátula de silicona, hasta que no queden grumos.
Verter la preparación sobre la base refrigerada. Repartir unas oreo partidas sobre la superficie y, con cuidado, introducir en la nevera durante un mínimo de 4 horas. Mejor si es de un día para otro.
Antes de servir, desmoldar y espolvorear más galletas partidas y unas cucharaditas de dulce de leche.
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