Cheesecake de arándanos con un toque de limón
Ingredientes para el cheesecake de arándanos con un toque de limón:
Para la base:
- 150 gr. de galletas
- 75 gr. de mantequilla fundida
Para el relleno de cheesecake de arándanos:
- 200 gr. de arándanos frescos
- 3 huevos L
- 375 gr. de queso crema, tipo Philadelphia
- 150 ml. de nata (35% M.G.)
- Ralladura de 1 limón
- zumo de medio limón
- 160 gr. de azúcar
Preparación del cheesecake de arándanos con un toque de limón:
Primero de todo, ponemos el horno a precalentar con calor arriba y abajo, a 170ºC. A continuación, engrasamos un molde desmontable de 22 cm. de diámetro y forramos la base con papel vegetal.
A parte, trituramos las galletas con un procesador de alimentos, hasta reducirlas a polvo. También podemos hacerlo poniéndolas dentro de una bolsa de congelación y golpeándolas con un mortero. Seguidamente, mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla, previamente fundida en el microondas durante unos segundos. Mezclamos todo bien, hasta que tenga una textura de arena mojada, y lo vertemos dentro del molde. Con la ayuda de una cuchara, repartimos y aplanamos bien toda la base, presionando para que quede bien compacta. Dejamos refrigerada mientras preparamos el relleno.
Para la masa de cheesecake, ponemos el queso crema a temperatura ambiente, en un bol amplio. Batimos durante unos segundos con las varillas eléctricas. A continuación, agregamos la nata y el azúcar, y mezclamos hasta integrarlo todo. Seguidamente, añadimos el limón, tanto la ralladura como el zumo, y volvemos a combinarlo todo.
Después, cascamos los huevos en otro bol, y los iremos incorporando de uno en uno a la mezcla de queso. Procurando, en todo caso, que el primero quede bien integrado antes de añadir el segundo, y así también con el tercero.
Por último, ponemos un puñado de arándanos en la masa, y mezclamos un poco. Vertemos toda la masa en el molde, que estaba refrigerado. Y coronamos con el resto de arándanos, repartiéndolos bien por toda la superficie.
Para cocerlo, lo introducimos en el horno ya precalentado, durante 60 minutos. Cuando lo saquemos, el centro todavía tendrá textura de flan. Lo dejaremos enfriar, a temperatura ambiente, y finalmente, lo guardamos refrigerado durante 8 horas antes de consumirlo.
Para servir, decoramos con azúcar glas y más arándanos frescos.
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