Un especial aniversario en Dolce Sitges
Ya os avancé por Instagram que quería hablaros de esta experiencia de aniversario en Dolce Sitges…
Y ahora por fin os puedo contar en este post un poquito más sobre el día tan extraordinario que pude disfrutar de mi pre aniversario en Dolce Sitges. Sí, muy cerca de casa, apenas a unos kilómetros de donde vivo, pero por su localización y sus vistas, me transportó a una relajación y desconexión que realmente necesitaba.
El entorno es casi caribeño, y eso también es debido al gran microclima del que disfrutamos en este pueblo. Y que a finales de Abril, ver el atardecer desde la piscina del hotel con una temperatura de 20ºC, puede parecer un momento de ensueño.
Mi experiencia personal del aniversario en Dolce Sitges, y que se basa en menos de 24 horas, no puede ser más placentera. Para recargar pilas, para desconectar, para relajarme… Y disfrutar de todos los servicios y el personal tan agradable. Empezando por un masaje un viernes por la tarde, después del estrés de la semana… Para después explorar los rincones del hotel, y terminar como colofón con una cena -de escándalo- en el restaurante Esmarris.
Antes de contaros más sobre la cena, que ya sabéis que la parte gastronómica es la que más me gusta contar, quiero hacer especial hincapié en la parte arquitectónica.
Siempre me han llamado mucho la atención los edificios diferentes. Y sin duda el Dolce Sitges lo es. Si pudiéramos verlo a vista de pájaro, el Dolce tiene forma de 5. La parte de arriba, es lo que se conoce como la zona de conferencias. La barriga del 5, que alberga las habitaciones del hotel, y cierran la zona de piscinas y relax al aire libre. De esta forma, el Señor Andy Dolce quiso hacer algo diferente y único que no existía hasta entonces. Un lugar donde poder celebrar convenciones y grandes reuniones empresariales, pero que no estuviesen en zonas comunes con las de ocio y relax, aunque sí a pocos metros.
Y con esta bonita apariencia y entrando en el hotel por el 4º piso (ya que el hotel está construido sobre una colina), la distribución es, sin duda, algo destacable. El tercer piso alberga la zona de spa, gimnasio y masajes. En el segundo, los restaurantes La Punta y Verema (donde se sirve el desayuno buffet del que os hablaré más adelante) y Esmarris, y una zona ajardinada donde es común celebrar bodas y otros festejos.
En línea con lo que os comentaba al principio, evidentemente la cena fue mi momento más especial.
Y en el que la sinfonía de sabores me hizo disfrutar como nunca. El restaurante Esmarris ofrece: un menú degustación, otro de dos platos, o la carta del restaurante, ajustándose a los ingredientes de temporada y con una oferta sencilla pero muy bien elaborada. Pudimos probar el jamón ibérico con pan de coca y tomate; el arroz cremoso de parmesano con puntas de espárragos, setas de temporada y mermelada de limón; la cigala a la plancha de carbón con consomé de setas; el cochinillo asado con carpaccio de setas y puré de melocotón y trufa; y el muslo de gallo negro del Penedès con hígado de pato, puré de boniato, bizcocho de ajo negro y castaña. El broche dulce: Leche merengada, con helado de leche de oveja y canela, dulce de leche casero y cítricos; y los frutos rojos con tierra de cacao, fresa y frambuesa en texturas.
Después de la comida o cena, nada mejor que disfrutar del entorno tan bonito. Y puedes hacerlo en el Bar Malvasia o el DDB Dolce Deli Bar (alternan horarios para ofrecer un servicio ininterrumpido). Un cocktail, buena compañía y el mar de fondo. En total, el hotel Dolce Sitges ofrece 3 restaurantes y 4 bares.
Y como no hay dos sin tres, después de la noche, una de mis comidas favoritas del día: el desayuno.
Además, siempre he prestado especial atención a éste, puesto que creo que marca mucho la diferencia. Como no podía ser de otra forma, otro punto fuerte del Dolce Sitges. Un desayuno buffet en el Verema, con posibilidad de salir a la terraza a disfrutarlo, y con una variedad inagotable de propuestas.
Tanto si te gustan los huevos con bacon y tostadas, como si prefieres desayunar fruta variada de temporada y granola, lo tienes todo.
En conjunto, una tarde de masajes y spa, una cena memorable; un trato y servicio cuidado y atento, un desayuno completo y variado… Ésta es, en efecto, una de las mejores recetas para la relajación y la desconexión.
Y por ello quería hablaros de esta experiencia de aniversario en Dolce Sitges. Y sí, repetiría muy pronto aunque no coincida con ninguna celebración en especial. Este aniversario en Dolce Sitges entra totalmente dentro de lo que es un deliciousmarthatrip para recordar.
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