Buñuelos de viento o de Cuaresma
Con la Cuaresma arranca una época en la que, otra cosa no, pero recetas tradicionales encontraremos sin parar.
Así que eso del ayuno, como que se lo dejaremos a quien más le apetezca; pero lo que está claro es que no vamos a pasar hambre. Por lo menos, ideas no nos van a faltar. Una de las recetas que más he visto durante ésta época en mi casa son los buñuelos. Aunque no los típicos buñuelos de viento o de Cuaresma que os voy a enseñar hoy. En casa, siempre se han hecho de un modo mucho más rápido -aunque deliciosos igual- y que os enseñé hace ya un tiempo en este post.
Los buñuelos de viento o de Cuaresma que veréis a continuación, sí que son la receta tradicional que se prepara -sobretodo en Cataluña- desde el siglo XVI. Unos dulces que parten de una base bastante insípida y que absorben un delicioso sabor por estar rebozados con azúcar. Pero como sabéis, en Delicious Martha esto de variar tira bastante… Así que el rebozado no se queda en un simple azúcar aromatizado con un punto de canela o algún cítrico. No pierdas detalle porque seguro que el resultado final te llamará la atención.
Basta con hacer una pasta choux al estilo francés. Sí, la misma que se prepara para hornear éclairs, lionesas o petit fours. Pero en vez de cocerla en horno, se fríe en abundante aceite para que cojan aire y se hinchen, quedando un interior ahuecado; un suave y exquisito bocado que os hará pecar más de una vez.
Si quieres hacer los buñuelos de viento o de Cuaresma como si los hubieras preparado toda la vida, no te pierdas la videoreceta en mi canal de Youtube.
¿Vamos a ello?
Ingredientes para unos 25 buñuelos de viento o de Cuaresma:
- 125 ml. de leche (puede ser de almendras, de soja, de vaca…)
- 15 gr. de mantequilla
- 20 gr. de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de vainilla en polvo
- Ralladura de media naranja
- 65 gr. de harina
- 2 huevos, medianos
Para rebozar los buñuelos de viento o de Cuaresma:
- Azúcar
- Canela
- Granos de anís
- Nuez moscada
Preparación de los buñuelos de viento o de Cuaresma:
En una cazuela de fondo grueso, verter la leche, la mantequilla, el azúcar, la sal, la vainilla y la ralladura de naranja.
Llevar al fuego hasta que hierva. En cuanto arranque el hervor, verter la harina de golpe, sin retirar del fuego, y mezclar enérgicamente con una cuchara de palo. Remover bien hasta que se forme una pasta densa que se despegue de las paredes del cazo.
Reservar y dejar templar 10 minutos.
Pasado el tiempo, incorporar el huevo y remover hasta combinarlo perfectamente. Al principio parece que la mezcla no se juntará, pero hay que seguir removiendo hasta que el huevo se integre perfectamente. Añadir el huevo restante y realizar la misma operación.
Dejar reposar la masa durante media hora (o toda la noche si se desea, refrigerada).
Poner una sartén en el fuego con abundante aceite. Calentar a fuego medio e ir vertiendo pequeñas cucharadas de masa, poniendo un máximo de 4 buñuelos cada vez si la sartén es pequeña.
Dejar dorar uniformemente cada buñuelo y dejar que cojan aire y doblen su volumen. En cuanto tengan un tono dorado fuerte, ponerlos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Cuando estén templados, poner en un bol el azúcar, los granos de anís, la canela y la nuez moscada y rebozar todos los buñuelos en esta mezcla.
¡A disfrutarlos!
NOTAS:
- Una vez fríos y antes de rebozarlos, se pueden rellenar -con la ayuda de una manga pastelera o una jeringuilla- con crema pastelera, nata, trufa, mocca, incluso mermelada.
- En un recipiente hermético se conservan muy bien durante varios días.
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