Buñuelos de viento tradicionales

Los buñuelos de Cuaresma o buñuelos de viento no tienen un origen exacto, puesto que encontramos recetas desde el siglo XVI. Aún así, en Cataluña son un acompañamiento ideal para el café o en una merienda entre amigos, sobretodo durante la Semana Santa. Aunque la manera tradicional de elaborarlos es con masa choux, en casa siempre los he visto de la forma que os enseñaré hoy y que veréis que queda delicioso por igual.

La masa no es muy dulce, por eso se rebozan en azúcar después de freírlos (o en algunas regiones los podemos encontrar bañados en miel o espolvoreados con azúcar glas, incluso en versión salada).

El interior es muy esponjoso, ya que se hinchan mucho cuando se ponen en la sartén (por eso reciben el nombre de Buñuelos de viento). En algunos casos los encontramos rellenos, aunque personalmente creo que el interior ahuecado es lo que los caracteriza. Por eso en Delicious Martha hoy vemos estos bocaditos, que aunque no sean en su forma clásica, son extremadamente sencillos y os gustarán igual.

Buñuelos de viento o de Cuaresma

Ingredientes para unos 60 buñuelos de viento, dependiendo del tamaño:

  • 200 gr. de harina
  • 1 cucharada colmada de azúcar
  • 1 huevo, separada la clara de la yema
  • Ralladura de 1/2 limón
  • 1/2 cucharada de impulsor
  • 250 ml. de leche
  • Aceite de girasol para freír
  • Azúcar y canela para rebozar los buñuelos

Preparación de los buñuelos de viento o de Cuaresma:

En un recipiente amplio, mezclar los ingredientes sólidos: harina, azúcar, impulsor y la ralladura de limón.
Agregar la yema de huevo y remover hasta integrar. Quedará una pasta bastante densa y poco manejable.
En un bol limpio, batir la clara a punto de nieve fuerte. Agregarla poco a poco a la mezcla anterior, con movimientos muy suaves y envolventes para que no baje y queden espumosos.

Poner una sartén grande con aceite en el fuego, cuando el aceite coja temperatura, verter cucharadas de la masa en el aceite. No poner demasiadas de golpe para que el aceite no se enfríe y los buñuelos absorban demasiada grasa.

Cuando empiecen a dorarse, darles la vuelta y dejar que cojan color por el otro lado.
Con una espumadera, escurrir bien y reservar sobre papel absorbente.

Aún calientes, rebozarlos en azúcar mezclado con canela y dejar enfriar por completo sobre papel absorbente.


NOTA
: Podemos aportarles más sabor añadiendo 1/2 cucharada de esencia de vainilla a la mezcla, antes de incorporarle la clara.

Buñuelos de viento o de Cuaresma

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