Cheesecake de queso de cabra Lodyn
Creo que de entre la multitud de tartas de queso, una cheesecake de queso de cabra jamás se me había pasado por la cabeza.
Y realmente no lo entiendo. Puesto que el sabor intenso del queso con una mermelada, o con un dulce en la galleta, quedan estupendos. Son la pareja perfecta. Ya lo decían, uvas con queso saben a beso. Pero realmente, cualquier queso sabe a beso con algo dulce que lo matice y le dé contraste.
Yo he escogido un queso puro de cabra Lodyn, en rulo. Este queso, además de su sabor delicioso, tiene un elevado contenido en antioxidantes y además contiene Omega 3. El queso se consigue gracias a la alimentación de la cabras. Siempre elaborado con ingredientes vegetales ricos en este tipo de grasas, como las semillas de lino. Siendo el único reconocido por la Fundación Española del Corazón
Ingredientes para la cheesecake de queso de cabra:
de la base:
– 100 gr. de galletas de avena caseras
– 70 gr. de dátiles
– 20 gr. aceite de coco fundido
del relleno:
– 300 gr. queso crema
– 80 gr. queso puro de cabra Lodyn
– 200 gr. de nata para montar
– 3 láminas de gelatina
– 6 dátiles, o 70 gr. de miel
Para la cobertura: mermelada casera
Preparación de la cheesecake de queso de cabra:
De la base:
En un procesador de alimentos o picadora, trituramos todos los ingredientes juntos, hasta obtener una textura de arena mojada. Los pasamos a un molde desmontable, de 15 cm. de diámetro, forrado con papel vegetal. Extendemos la base y presionamos bien, ayudándonos de una cuchara, para que quede bien listo y compacto. Guardamos refrigerado.
Del relleno:
En un bol amplio, ponemos las láminas de gelatina sumergidas en agua muy fría para que se hidraten. Por otro lado, batimos los dátiles en un procesador de alimentos junto al queso crema y el queso de cabra. Trituraremos todo junto hasta que no queden grumos.
A parte, calentamos la nata en el microondas durante un par de minutos. Escurrimos la gelatina, y la vertemos en la nata. Removemos, con cuidado, para que se disuelva completamente. Esta mezcla la añadiremos poco a poco a la combinación de quesos y dátiles que teníamos lista. Iremos integrando, poco a poco, mientras vamos removiendo.
Cuando tengamos una masa homogénea, la vertemos sobre la base de la tarta que hemos refrigerado en un principio. Introducimos en el frigorífico durante un mínimo de 4 horas.
Antes de servir, decoramos con una mermelada casera de frutos rojos o frambuesas sin azúcar.
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