Mermeladas caseras sin azúcar
No hay nada como las mermeladas caseras sin azúcar. Con fruta de temporada, y sabiendo cómo la preparamos.
Por eso las mermeladas caseras sin azúcar me gustan tanto, porque puedo saborizarlas a mi gusto y hacerlas únicas.
Eso sí, haremos una cantidad reducida, puesto que al no tener azúcar, no aguantan del mismo modo que las tradicionales en las que habitualmente un 50% es azúcar. Éstas, nos aguantarán en buenas condiciones una semana en la nevera, y así podemos ir variando en gustos para no aburrirnos nunca 😉
Ingredientes para las Mermeladas caseras sin azúcar:
Para la mermelada de frambuesa:
- 130 gr. de frambuesas frescas
- 1/4 de manzana
- ralladura de medio limón
- zumo de 1/4 de limón
- 10 gr. de semillas de chía
- 2 anises estrellados
- Stevia al gusto
Para la mermelada de fresa:
- 200 gr. de fresas frescas
- 1/4 de manzana
- ralladura de medio limón
- zumo de 1/4 de limón
- 15 gr. de semillas de chía
- una pizca de jengibre en polvo
- 1/4 cucharadita de canela en polvo
- 1/2 cucharada de Stevia
Para la mermelada de moras:
- 130 gr. de moras frescas
- 1/4 de manzana
- ralladura de medio limón
- zumo de 1/4 de limón
- 10 gr. de semillas de chía
- una cucharada de vainilla
- 1/2 cucharada de Stevia (o al gusto)
Preparación de las Mermeladas caseras sin azúcar:
Para la elaboración de las tres, el procedimiento es el mismo. Lavamos y secamos bien la fruta y, en el caso de las fresas, les retiramos el rabito y troceamos pequeñas. Ponemos la fruta en un cazo, junto a la ralladura y el zumo de limón. Llevamos a fuego medio, y calentaremos durante unos 25 minutos, removiendo de vez en cuando y chafando la fruta con una cuchara de madera para que vaya soltando el jugo.
Si queremos que no tenga trocitos, ahora es el momento de triturarla. Si nos gusta con algún que otro tropezón, ponemos las semillas de chía en el cazo, junto al puré de fruta, y removemos para que se hidrate. Añadimos también ahora las especias que usemos, y probamos. Si nos gusta más dulce, añadiremos un poquito de Stevia hasta dejarlo a nuestro gusto.
Cuando esté al punto, dejamos reposar 10 minutos, y vertemos en tarros de cristal, mejor esterilizados (los hervimos unos 5 minutos en agua y dejamos que se sequen completamente). Ponemos la mermelada en cada tarro, cerramos y dejamos enfriar. Una vez frío, refrigeramos.
¡Y listo! Aguantan en perfectas condiciones aproximadamente una semana. También las podemos congelar.
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