Mousse de piña, un vasito refrescante y muy ligero
Ha llegado el momento de refrescarse con esta mousse de piña tan fresca, ligera y de lo más sabrosa.
Con esta mousse de piña, además de tener un postre rápido y fácil, tendréis una propuesta de lo más tentadora. Porque es además bastante saludable (dentro de lo que cabe, no añadimos más azúcar a parte de la leche condensada y la propia fruta). Y con el calor del verano, nos apetecen este tipo de alimentos que no nos pesen, pero sí que pongan el broche (dulce) final a una buena comida.
Además de la mousse de piña, quería hablaros también de la superficie sobre la que están en las fotos. Porque muchas veces me preguntáis por los fondos de mis imágenes, y hoy me hace especial ilusión hablaros de esta nueva adquisición. Este mármol que veis en las fotos, es una encimera de gres de la marca Sapienstone que me ha cautivado. En particular, se trata del color Calacatta Statuario. Lo que más me gusta, es el frescor que le da a la imagen, pero además, lo fácil de limpiar que es y muy resistente, porque no se ralla ni sufre arañazos (aunque cortemos encima con un cuchillo).
En definitiva, que me ha encantado y quería compartir con vosotros esta nueva pieza en mi colección 😉
Y ahora, vamos a ver la mousse de piña que quiero que veáis. ¡Os resultará de lo más adictiva!
Ingredientes para la Mousse de piña:
- 500 gr. de piña, pelada y en su jugo
- el jugo de la piña
- 3 láminas de gelatina (de 2 gr. cada una)
- 400 ml. de nata (35% M.G.)
- 160 gr. de leche condensada
- zumo de 1/2 lima o limón
Preparación de la mousse de piña:
Primero de todo, pondremos la nata en un bol amplio y lo pondremos en el congelador. A continuación, sumergimos las láminas de gelatina en agua muy fría, para que se hidraten.
Ahora, una vez escurrida bien la piña, la troceamos y ponemos en un bol. Con la batidora de mano, la trituramos, hasta dejarla puré. Seguidamente, la pondremos en un colador, para retirar los hilos de la fruta y que nos quede una crema fina. Añadimos la leche condensada al puré, y también el zumo de la lima o limón.
Por otro lado, escurrimos muy bien la gelatina, y la deshacemos en el jugo de la piña, que previamente habremos calentado en el microondas durante 20 segundos. Removemos para que la gelatina quede totalmente diluida. Ahora, mezclamos el jugo y la gelatina con el puré, y batimos con las varillas eléctricas hasta que tengamos una mezcla bastante líquida y homogénea. Reservamos.
A parte, sacamos la nata del congelador. Empezamos a batir, primero a velocidad baja, y aumentamos la velocidad de las varillas para montar la nata. Tiene que quedar una textura cremosa, sin que llegue a estar totalmente montada. Una vez lista, incorporamos una pequeña parte al líquido que teníamos reservado, y removemos con la ayuda de una lengua, con movimiento suaves y envolventes. En todo momento, procuraremos que no pierda mucho aire para que quede la textura de mousse. Acabamos de incorporar el resto de la nata, y seguimos mezclando hasta que no tenga grumos.
Por último, repartimos la mezcla en vasitos individuales, y refrigeramos un mínimo de 4 horas, o de un día para otro. Antes de servir, decoramos con hojas verdes, fruta fresca, …
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