Pear Pie (Tarta de pera con canela y jengibre al estilo americano)
¿Quién no ha visto una de estas tartas rellenas en alguna película norteamericana? Nos podemos dar un paseo por Estados Unidos y desayunar alguna de sus delicias… Por ejemplo, hoy en Delicious Martha nos tomaremos un trozo de esta receta tradicional americana adaptada de la gran Martha Stewart. Convertimos su clásica Apple Pie en una Pear Pie; es decir, haremos una tarta suculenta rellena de peras y con un aroma de canela y un suave toque de jengibre. Algo que seguro os sorprenderá.
Que nadie se asuste porque parece más difícil de lo que realmente es. Además, tenéis un video del paso a paso para que no perdáis detalle de nada y se os haga más cómodo prepararla en casa. El vídeo lo encontraréis al principio de éste post o en mi Canal de Youtube.
Sobre la historia de la tarta, poco sabemos. La original de manzana no tiene historia, aunque todo apunta a que es una receta dulce inventada en Europa, donde la tradición de elaborar tartas rellenas y el cultivo de manzanas era algo cotidiano. De ese modo, podemos entender que más adelante llegó a USA, dónde éste tipo de postre relleno tomó especial relevancia y se convirtió en algo representativo de su repostería.
Debemos tener en cuenta que según el país de origen, esta tarta será de una u otra forma. Por ejemplo, en Francia, si hablamos de Tarta de manzana entenderán una Tarte Tatin; y en Rúsia se parecerá más a esta Sharlotka. La americana que vemos hoy en Delicious Martha se presenta cubierta con la misma masa que sostiene el relleno, y en moldes grandes, hondos y redondos como el que he usado yo de Claudia&Julia y que es una monada. Podéis verlo aquí.
Esta Pear Pie, como os he comentado antes, es una variación de la típica tarta que se rellena de manzanas. Mantiene el toque de canela, pero le añadimos un ligero sabor a jengibre que, además de funcionar muy bien con la pera, es una especia asiática cada vez más conocida y valorada por sus propiedades beneficiosas para nuestra salud. ¿Vamos con ella?
Ingredientes para un Pear Pie de 24 cm. de diámetro:
- 1 kg. de peras
- 2 láminas de masa quebrada
- 50 gr. de azúcar moreno
- 1 c/s de zumo de limón
- 1 c/p de canela
- 1 c/p de jengibre
- 1 pizca de sal
- 15 gr. de mantequilla, cortada a cubos pequeños
- 1 yema de huevo y 1 cucharada de nata, para pintar la tarta
Preparación de la Pear Pie:
Estirar una lámina de masa quebrada y forrar un molde con ella, presionando levemente para darle forma. Reservar en el frigorífico mientras se prepara el relleno.
Para el interior de la tarta, pelar y descorazonar las peras. Cortarlas a gajos e ir poniéndolas en un bol amplio. Cuando estén todas troceadas, añadir la sal, la canela, el jengibre, el zumo de limón y el azúcar moreno. Mezclar bien con una cuchara para que la fruta absorba bien el resto de los ingredientes.
Sacar la masa del frigorífico y repartir las peras aromatizadas por todo el molde.
Repartir los trozos de mantequilla por la superficie, para que se fundan al hornearla.
Estirar la otra lámina de masa quebrada con el rodillo y cubrir toda la tarta, presionando los extremos para que quede bien sellada. Si sobra, cortar y retirar con la ayuda de un cuchillo afilado* (Ver Notas)
Mezclar la yema de huevo junto a la nata y pintar la masa con ella. Realizar unos cortes con un cuchillo e introducir en el horno precalentado a 200ºC.
Hornear 10 minutos y, pasado el tiempo, bajar la temperatura a 180ºC y cocer 50 minutos más.
Retirar del horno y servir templada en el mismo molde acompañada de helado de vainilla.
NOTAS:
- Con los sobrantes de masa, podemos hacer pequeñas decoraciones para la parte superior de la tarta. En este caso he aprovechado la masa para hacer pequeñas hojas en la parte central.
- Es importante que pinchéis la masa por la parte superior para que, al cocerse, no se rompa y se evapore parte del jugo que suelta la fruta.
- Si veis que las peras sueltan mucho líquido, no os asustéis. Retirad un poco con la ayuda de una cuchara y desechadlo.
- Acompañada de helado, al contrastar la temperatura, es una delicia.
- Es mejor comerla recién hecha, por estar aún caliente y porque, con el paso del tiempo, la masa se va remojando y pierde consistencia.
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