The Dry Run de Royal Caribbean
Llegamos al corazón del barrio londinense Covent Garden, en el 57 de Grape Street. Unas luces rosas y moradas iluminan la entrada de Icetank. Allí se celebra el evento The Dry Run, una experiencia pop-up que recreará parte de la gastronomía del Harmony of The Seas en un entorno de lo más wonderland. Un crucero en tierra firme, para conocer las primeras impresiones de la cocina del barco más gran del mundo de Royal Caribbean que llegará a Barcelona a finales de primavera y donde se podrá degustar una variedad gastronómica innovadora y muy imaginativa.
Empezamos la velada con la bienvenida de los camareros del mundo maravilloso, vestidos con chaqués de terciopelo morado y trajes negros. Sirven unos cócteles coloridos y de ensueño: una copa de cóctel con un líquido transparente rosa chicle y coronado con nube de algodón. Otro rojo decorado con fresas color carmín… Acompañando la bebida, dos aperitivos: Liquid Manzanilla Olive y Crispy Crab Cones. Una aceituna esferificada al más puro estilo de Adriá y unos mini cucuruchos de galleta con un interior de aguacate, wasabi, cilantro y hoja de ohba o shiso (una planta japonesa aromática parecida a la albahaca).
Después de tomar asiento entre los periodistas e influencers ingleses, repartidos en un total de 10 mesas de entre 4 a 6 personas, podemos echar un vistazo al resto del menú de The Dry Run: un marco vintage encuadra el resto de los platos que serán protagonistas de la cena. Como entrante, baby vegetables in the garden. Un pequeño surtido de verduras y hortalizas cocidas ligeramente al vapor y acompañadas de una arena o tierra para recrear un pequeño jardín en el plato.
Para continuar, sashimi of red and white tuna, un lienzo de atún rojo sobre el que reposaban tres circunferencias de atún blanco rellenas de ajos tiernos y todo ello bañado con una salsa de cilantro y jengibre; buffalo chicken eggs, pero nada tiene que ver con lo que parece: medio huevo duro relleno de salsa de queso azul, salsa tabasco y un crujiente de cebolla que se presenta dentro de una cúpula que desprende los ahumados al destaparlo cuando te lo sirven.
Seguidamente, halibut cooked in clear paper. Algo sorprendente sin duda. El pescado, en su punto perfecto de cocción, estaba empaquetado con papel de plástico -al estilo papillotte– y acompañado de patatitas, setas y bacon. Finalmente, los platos terminaron con berkshire pork belly o lo que es lo mismo, panceta de cerdo tostada acompañada de su corteza, fideos de manzana y col kale.
Para finalizar la cena, el tan venerado postre con chocolate que no puede faltar en Delicious Martha, Valrhona chocolate mousse. Un cucurucho de plástico que alternava un bizcocho húmedo de chocolate con mousse de Valrhona, dulce de leche y crujiente de galleta.
Una apuesta transgresora para un gran barco, que atracará en Barcelona a principios de Junio para sorprendernos con su gastronomía. Según Michael Gilligan, director de operaciones gastronómicas de Royal Caribbean, la velada The Dry Run quería que fuese lo más real posible a lo que verdaderamente será el Harmony Of The Seas: el uniforme de los camareros, las mesas, la cubertería, todo respirará de la misma forma. De la misma forma, la comida -que es nueva y muy emocionante, pero sin querer llegar a ser la comida de Harry Potter o una gastronomía molecular. Según Gilligan hay cierto elemento del teatro, pero no es demasiado vanguardista.
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