Chök, la cocina de chocolate
Hace muy poco me quedé enamorada de un nuevo lugar del que hoy quiero hablaos en Delicious Martha.
Un sitio con un encanto especial, de los que gustan a simple vista, pero que al profundizar en su historia y cómo llegó a ser lo que es, aún te deja más sorprendido. Os hablo de Chök Barcelona, un establecimiento situado a unos pasos de las Ramblas de Barcelona (en el Carrer del Carme, 3) que está especialmente destinado a todos aquellos amantes del chocolate; y sobretodo, muy foodies.
Fernando y Débora, un matrimonio con sus respectivos trabajos –él directivo de una empresa dedicada a la hostelería y ella profesora y bióloga– deciden abrir un pequeño comercio el primero de Agosto de 2013 en el que querían ofrecer una ‘Cocina de chocolates’. Al principio la idea no se entendía del todo, dado su carácter distintivo e innovador en una ciudad como es Barcelona, pero poco a poco se ha ido haciendo un hueco en el sector y ya tienen clientes asiduos. Ofrecen una cocina de casa, con un contacto directo entre comprador-vendedor, en un espacio amplio y experiencial: Podemos ver cómo se preparan los chöks o las berlinas mientras tomamos un café o pedimos unos bombones para llevar.
El local es una antigua bombonería–fábrica reconvertida en un espacio muy acogedor que, como os decía, conmemora a la típica cocina de casa dónde se prepara una gran variedad de productos que se comen a simple vista, en abundancia y con una presencia muy llamativa. Desde los característicos chöks, a las berlinas o los krönuts, pasando por 16 variedades de trufas (de yogur, menta, avellana, picantes, aceite de oliva y sal…), galletas, cerveza aromatizada con chocolate (de importación) o un chocolate caliente, entre otros muchos productos relacionados con el ingrediente estrella: el chocolate.
Ellos mismos ya lo dicen: -No somos pasteleros. Unimos distintos ingredientes y hacemos cosas buenas-. Es decir, en Chök no vamos a encontrar un pastel con un acabado de película. No buscan una doctrina de escuela. Si tuviesen que definirse como un cocinero, Chök sería un Jamie Oliver, y no un Ferràn Adrià. Quieren que sus productos tengan imperfecciones y estar innovando continuamente. –Nosotros vamos probando, y si sale bien y los sabores están buenos, adelante–, comenta Fernando, que dice que todas las combinaciones salen de su cabeza y de la multitud de experimentos que se hacen, dado que ninguno de
los dos tiene formación como repostero.
Para aquellos que seáis atrevidos y os guste probar cosas nuevas, en la misma tienda podéis haceos con un ejemplar de Chocolate Gourmet, un libro en el que encontraréis multitud de recetas saladas con un denominador común: el chocolate.
Punto Delicious Martha: Huyen del minimalismo; es más, buscan una riqueza visual y un desconcierto que llame la atención para atrapar a los transeúntes que pasan por delante de Chök.
Punto en contra: sólo los paladares más foodies y atrevidos se lanzan a probar combinaciones de sabores a las que, en un lugar como Barcelona, estamos poco acostumbrados.
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