Homemade Ricotta

En Delicious Martha no se podría vivir sin queso. Me encantan. TODOS.

Algunos más que otros, los más fuertes como el parmesano o los muy suaves como la mozzarella. Sí, soy una persona de extremos.

El queso ricotta (requesón en castellano o mató en catalán) es un derivado lácteo -no siempre considerado queso como tal por su rápida caducidad- que se obtiene por un proceso químico añadiendo ácido cítrico (zumo de limón en este caso) en el que el suero de leche se separa de la caseína. Podemos encontrar muchas variedades del mismo, dependiendo del proceso al que se somete para su conservación (salado y secado, ahumado, horneado, prensado, …) y de la materia prima (leche de vaca, cabra, oveja, búfala, …).

Es un producto básico de la gastronomía italiana (que tiene una riqueza excepcional). Se caracteriza por su sabor muy suave y una textura muy peculiar, blanda y granulada, siendo usado tanto en preparaciones saladas (pizzas, rellenos de pasta fresca, …) como dulces (pasteles y postres, como la cassata).

La receta que os traigo hoy es de lo más sencilla y nos da la posibilidad de poder tener un queso ricotta en unas horas y totalmente casero… ¡una delicia!

Sólo nos faltaría una tostadita, un poco de albahaca y aceite de oliva y una buena copa de vino blanco… Una cena perfecta.

 Ingredientes: 

• 2 lt. de leche
• 2 limones (su zumo)

Preparación: 

Exprimir dos limones y colar. Reservar.

En una olla de fondo grueso, poner a calentar la leche.

Dejar hasta que llegue al punto de ebullición, sin remover.

Cuando esté caliente, retirar del fuego. Verter el zumo poco a poco, removiendo con una cuchara de palo.

Empieza el proceso químico, en el que se irá separando el suero de leche y se formarán grumos.

Dejar reposar 15 minutos hasta que se separe por completo.

Con una espumadera, ir colocando los grumos sobre un colador, cubierto con 4 gasas tupidas.

Tapar con film transparente y dejar reposar refrigerado unas 8 horas.

Cuando esté escurrido, guardar en un recipiente de cristal.

NOTAS: