Croquetas de pollo
Me gustó mucho poder contar la historia de los Fideos al horno y que aquellos que los probasteis me hicierais llegar vuestras opiniones sobre ellos. Así que en Delicious Martha viene otra receta tradicional de casa; para que puedas conocer un poco más qué se ha cocinado siempre en esa cocina antes de que yo encendiera el horno y los fogones y me pusiera manos a la obra.
Se trata de una receta de aprovechamiento. Porque en mi casa nunca se ha tirado nada. De verdad, NADA. ¿Es domingo y comemos pollo a l’ast? Seguro que sobra. Eso también es SEGURO, porque las cantidades industriales se llevan bastante a la hora de preparar comidas familiares en casa.
Pues con ese pollo preparamos unas croquetas y así el lunes ya tenemos la comida lista.
Son unas croquetas de pollo de lo más fácil de preparar. Lleva su tiempo el hecho de hacer este tipo de elaboraciones para lo rápido que se comen (por eso es mejor hacerlas grandes y que tengamos que darle al menos un par de bocados…), pero si preferís no tener que ensuciaros las manos, también podéis optar por las Conchas de Pollo (encontrarás cómo hacerlas en las Notas del final del post).
Aunque, sinceramente, meternos un ratito en la cocina en este caso vale la pena. El resultado es más que bueno y siempre podemos preparar más de la cuenta, congelarlas y tenerlas listas en unos minutos siempre que nos apetezcan.
Me atrevo a decirte que te va a encantar la receta, y que vas a preparar cantidades de pollo a lo bestia para que sobre, y así tener estas croquetas partir de ahora. Espero que me digas qué te parecen.
Ingredientes para las Croquestas caseras de pollo:
- Sobras de pollo (en mi caso, contramuslo, pata y pechuga de pollo a l’ast, con piel)
- Harina
- Aceite
- Leche, templada
- Sal
- 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida
- 1/4 de cucharadita de nuez moscada
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Huevo
- Una barra de pan duro, para rebozar (o pan rallado comprado)
Preparación de las Croquetas caseras de pollo:
Con las sobras del pollo, ya sea rustido, a l’ast, en salsa… Desmenuzar a trozos muy pequeños. En el caso que la piel esté crujiente, cortar a trozos muy pequeños con la ayuda de unas tijeras. Cuando esté todo el pollo cortado pequeño, reservar.
Poner una sartén al fuego para hacer la salsa bechamel. Para la cantidad indicada en esta receta -aproximadamente 1 pechuga, 1 pata y 1 contramuslo de pollo a trozos pequeños- poner 3-4 cucharadas soperas de aceite de oliva en la sartén y calentar. Añadir 2 cucharadas bien colmadas de harina y tostar durante unos minutos, hasta que adquiera un tono dorado y se haya hidratado bien con el aceite.
Añadir poco a poco un poco de leche templada (también se puede calentar un poco antes) y remover enérgicamente con una cuchara de palo para que se formen pocos grumos. No parar de remover hasta que se ligue con la harina y quede una salsa ligera. Ir vertiendo más leche poco a poco, a medida que vaya espesando, pero sin pasarse para evitar que quede demasiado líquida y no sea posible formar las croquetas. Es mejor añadir la leche a medida que se vea que espesa y dejar cocer durante 10 minutos aproximadamente.
En cuanto tenga una textura homogénea parecida a las natillas, retirar del fuego y dejar templar (al enfriarse aún espesará un poco más). Añadir la sal, la pimienta y la nuez moscada.
Cuando pierda temperatura, verter el pollo troceado sobre la bechamel y remover hasta obtener una pasta. Tapar con papel film y refrigerar un mínimo de 1 hora.
De mientras, rallar el pan duro y disponer en un bol. Batir ligeramente el huevo y ponerlo en un bol ancho. Sacar la masa del frigorífico y, con la ayuda de una cuchara sopera, ir cogiendo porciones de pasta y formando las croquetas. El tamaño es opcional, pero en casa acostumbran a ser bastante grandes.
Pasarlas por el huevo batido, el pan rallado y disponer en una bandeja mientras se van formando el resto.
En cuanto se termine con toda la masa, volver a pasar las croquetas por el pan rallado y acabar de darles una forma redonda y bonita.
Poner abundante aceite en una sartén a fuego alto. Cuando el aceite esté muy caliente, freír 3 ó 4 croquetas por cada vez, para evitar que el aceite se enfríe al colocarlas y no se frían bien. Dejar dorar durante 1 ó 2 minutos por cada lado y retirar sobre papel absorvente.
Servir de inmediato.
NOTAS:
- Si no sois amantes de los fritos, también he visto durante muchos años lo que en casa llamábamos ‘Conchas de pollo’. Cuando se tiene la masa de pollo y bechamel, se reparte en platos pequeños aptos para horno (con forma de concha) y se espolvorea con queso rallado y un poco de mantequilla. Se hornea durante unos minutos en la opción de grill para gratinarlo y se sirve al momento.
- Podéis rallar un poco de cebolla y añadirla a la harina antes de hacer la bechamel, le aportará más jugosidad a las croquetas.
- Una vez formadas, las podéis guardar en papel film y congelarlas en paquetitos individuales para tener una comida socorrida solucionada.
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