Nubes de huevo con rúcula y pan tostado
¿Qué tal reinventar un clásico? Presentar un plato de lo más cotidiano de una manera original, con una textura diferente y muy agradable y sobretodo, que te apetezca comerlo con tan sólo mirarlo. Eso es lo que pretendemos con esta Nube de huevo que hoy aprenderás a hacer en Delicious Martha.
Es una elaboración tan fácil, que os parecerá increíble no haberla hecho antes. Y seguramente os pasaréis a esta nueva elaboración cada vez que os apetezca una comida rápida pero deliciosa. En este caso he optado por acompañarla de una tostada de pan, un poco de verde -que siempre va bien- y un toque de color con el rábano; pero evidentemente podéis añadir lo que más os apetezca a estas nubes de huevo, incluso sustituir el romero por albahaca fresca picada y añadirla después de hornearlos, queso fundido… ¡Espero que innovéis y me deis nuevas ideas!
Os dejo la receta a continuación, aunque seguramente con el vídeo que encontraréis en mi canal de Youtube será más que suficiente para lanzaros a ello y tener una cena de lo más exquisita hoy mismo.
Ingredientes para dos Nubes de huevo:
- 2 huevos L
- Queso parmesano en polvo
- Romero seco
Para servir:
- Unas hojas de rúcula
- Pan tostado
- Unas rodajas de rábano
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación de las Nubes de huevo:
Precalentar el horno a 170ºC.
Separar las yemas de las claras. En un bol amplio, verter las claras y reservar las yemas, procurando que no se rompan.
Montar las claras a punto de nieve. Cuando empiecen a coger volumen, agregar dos cucharadas de queso parmesano y una pizca de romero y seguir montando hasta que se formen picos suaves.
En una bandeja de horno forrada con papel vegetal, repartir las claras montadas en dos montones, formando una nube, a la que realizaremos una pequeña cavidad en el centro. Poner en el centro a yema, con mucho cuidado, ayudándonos de una cuchara.
Espolvorear más queso parmesano por encima y un poco más de romero e introducir en el horno. Cocer durante 10 minutos, retirar del horno y colocar cada nube de huevo sobre una rebanada de pan tostado. Poner en dos platos, decorar con unas hojas de rúcula, las rodajas de rábano y aliñar con un poco de aceite.
Servir de inmediato.
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