Hummus de remolacha
¿Quién dice que no comemos por los ojos? Que si algo nos entra por la vista, ¿no nos apetece hincarle el diente? Está más que demostrado que es así, y que en muchas ocasiones, aún sin hambre, nos zamparíamos lo que nos pongan delante aunque tengamos el estómago lleno. Con el hummus de remolacha os pasará lo mismo. Con ese colorido, será raro que alguien no quiera coger una tostada y untarla con ese fucsia intenso y refrescante con un sabor tan interesante.
Una de las salsa que hace relativamente poco tiempo que todos conocemos, puesto que proviene de Oriente Medio, incluso del antiguo Egipto aunque se preparara de forma diferente. Pero es cierto que le hemos dado muchas vueltas. He visto hummus tradicional, con garbanzos cocidos y el toque de comino y tahini, pero también hummus con ajo asado, de pimiento, de berenjena o Baba Ghanoush, … Increíble cómo puede llegar a ser tan versátil y quedar siempre tan bien.
En este caso, el hummus de remolacha, además de ser delicioso y refrescante, tiene un atractivo visual que lo hace todavía más apetitoso. Un color rosa que impacta y que alegrará cualquier mesa. Con unas tostadas, unos picos de pan o crudités de verduras, tendréis un entrante delicioso. Y, aún más, ¡ya veréis como a los más pequeños les encantará!
Como con el resto de preparaciones de este tipo, la máxima dificultad será esperar a comerlo, puesto que sólo tenemos que poner los ingredientes en el vaso de la batidora y triturar hasta obtener una mezcla espesa y homogénea. El resto, ¡pan comido!
Y para hacerlo más fácil, tienes la videoreceta en mi canal de Youtube.
Ingredientes para el Hummus de remolacha:
- 400 gr. de garbanzos cocidos
- 150 gr. de remolacha cocida
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 35 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 3 cucharadas de tahini
- 2 cucharadas de crema de queso
- Zumo de 1 limón
Preparación del Hummus de remolacha:
En el vaso de la batidora, introducir los garbanzos cocidos, la sal, el comino, el tahini, la crema de queso y el aceite de oliva junto al zumo de limón.
Triturar todo hasta obtener una crema lisa y homogénea. Pasar a un plato, decorar con semillas de sésamo, una cucharada de crema de queso y unas hojas de albahaca.
Acompañar con tostadas de pan.
En un recipiente hermético, se conserva bien durante varios días.
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