Chips de coco especiado

Aquí están los chips de coco especiado, a topping de coco, escamas…

Realmente no sabía cómo llamarlos, así que los chips de coco especiado creo que lo definen muy bien y, sobretodo, nos dan la información necesaria. Aunque no os dejéis engañar, su sabor es mucho más especial y delicioso de lo que pueda parecer.

Sinceramente, no soy una amante del coco si no es fresco. El coco rallado o en escamas no es mi devoción. Pero estos chips de coco especiado os aseguro que sí lo son. Su sabor es único, con el toque de naranja, el de la canela… Y combinan igual de bien con un yogur, o una macedonia de frutas, como para aportar el toque crunchy a una ensalada o una crema calentita (de calabaza, coliflor, …).

Tardaréis nada y menos en prepararlos, y ya veréis como repetís pronto, porque no os defraudará para nada. Animaos y me contáis qué os ha parecido. Os dejo con la receta.

Ingredientes para los chips de coco especiado:

• 1 puñado de copos de coco
• ralladura de 1/2 naranja
• 1 cucharadita de jengibre en polvo
• 3/4 de cucharadita de canela molida
• 1 cucharada de vainilla
• 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra

Preparación de los chips de coco especiado:

En primer lugar, ponemos los copos en un bol amplio. A continuación, añadimos la ralladura de naranja, el jengibre y la canela. Removemos y, a continuación, añadimos la vainilla y el aceite.

Y, volvemos a mezclar, para que todo quede bien combinado. Eso sí, procurad que todos los copos queden impregnados de forma uniforme, para que los sabores estén bien repartidos.

Seguidamente, lo extendemos sobre una bandeja de horno, forrada con papel vegetal. Lo repartimos bien, como si fuese una granola, y lo introducimos en el horno precalentado a 170ºC.

Tardará unos 7/8 minutos en dorarse y quedar tostado. Aunque, os recomiendo que las primeras veces lo controléis continuamente porque se quema muy rápido. Y si os pasáis, sí que será totalmente incomestible.

Cuando esté ligeramente dorado, lo sacamos del horno y dejamos enfriar sobre la misma bandeja. Una vez frío, la pasamos a un bote hermético, y guardamos en un lugar seco, para evitar que se humedezca.