Cheesecake de golden milk

[button link=”https://www.youtube.com/watch?v=rnJVgDgEeXE&t=16s” newwindow=”yes”] Video paso a paso[/button]

¿Pensabais que las tartas de queso tenían fin? Pues esta cheesecake de golden milk demuestra que no. Una más para nuestro repertorio infinito de esta deliciosa tarta tan versátil.

Esta vez, la cheesecake de golden milk es sin horno. Pero no por ello es menos rica. Y además, os doy la opción de hacerla vegana, sustituyendo el queso crema y la gelatina por yogur cremoso de soja (u otro vegetal) y agar-agar, respectivamente.

Así, todos podemos disfrutar de esta dulzura tan llamativa por su color amarillo, y de un interior extremadamente cremoso y rico. Y no lleva nata, ni tampoco azúcar añadido. Por lo que se convierte en una tarta apta para cualquier día, ¿verdad?

Ingredientes para la Cheesecake de golden milk:

Para la base:

• 125 gr. de frutos secos
• 120 gr. sirope de dátiles o dátiles deshuesados
• 40 gr. aceite de coco fundido
• 30 gr. de harina de almendra o de avena

Para el relleno:

• 300 gr. de queso crema (yogur de soja cremoso para opción Veg.)
• 250 ml. de bebida de soja
• 1 cucharada de cúrcuma
• 1/4 cucharadita de pimienta
• 1/2 cucharadita de jengibre molido
• 1/2 cucharadita de canela en polvo
• 3 hojas de gelatina (para la opción vegetariana, 1 cucharadita de agar-agar hervida 3 minutos en la leche)
• 1 cucharada vainilla líquida

Preparación de la Cheesecake de golden milk:

Podéis ver cómo prepararla de forma más sencilla, en el vídeo. Simplemente trituramos los ingredientes de la base, hasta tener una textura de arena mojada, y lo vertemos en un molde de 15 cm. de diámetro forrado con papel vegetal. Y refrigeramos.

Para el relleno, hidratamos la gelatina en agua muy fría, o hervimos durante tres minutos el agar-agar en la bebida vegetal. Para la gelatina, una vez hidratada, la escurrimos y la diluimos en la leche calentada, previamente, en el microondas. Batimos un poco el queso (o yogur vegetal bien cremoso), y le añadimos las especias, y la esencia de vainilla. Por último, agregamos la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta que esté completamente integrada con la crema. Si queremos, probamos y añadimos un poco de stevia al gusto. En mi caso, creo que no es necesario.

Ahora, vertemos el relleno sobre la base refrigerada. Y volvemos a dejarla en la nevera un mínimo de 5 horas. Siempre es mejor de un día para otro. Antes de servir, decoramos con chocolate rallado y fruta fresca.