Leche de coco natural y aprovechar la pulpa

Leche de coco casera

Cómo hacer leche de coco natural y aprovechar su pulpa:

Primero, ¿qué necesitamos para preparar la leche de coco natural? Como ingredientes, un coco natural. Y nada más. Para elaborar la leche y luego usar su pulpa, algún utensilio que todos tenemos en casa. Así que, vamos ya a preparar esta leche natural, totalmente vegana y mucho más saludable y nutritiva que las leches animales.

Lo más importante, abrir el coco. Aunque parezca complicado, hay algún truco sobre cómo hacerlo. Y yo os explico paso a paso cómo hacerlo en este vídeo. Necesitaremos un abre botellas, o un punzón, para agujerear dos de los tres ojos que tienen los cocos en uno de sus extremos. Sólo perforando dos es suficiente para vaciarlo del agua que contiene, ya que, por uno saldrá el agua, y por otra entrará el aire, de forma que no se hará el vacío y saldrá bien. Esta agua, la reservamos en un vaso, colándola antes.

Ahora, es el momento de abrir el coco. Necesitaremos un martillo, o unos alicates. Algún instrumento que sea fuerte, preferiblemente de hierro. Por eso es mejor un martillo que una mano de mortero de madera. Así, tendremos que hacer menos esfuerzo para golpearlo.

Leche de coco casera

Para abrir el coco…

A continuación, cogemos el coco con una mano, sin apoyarlo sobre la mesa porque podríamos romperla. Lo sostenemos bien y, con la otra mano y la herramienta, golpeamos toda la parte central del coco, es decir, nos imaginamos una línea imaginaria que rodee el coco y vamos dando golpes secos alrededor de toda la fruta. Con unos cuantos golpes, la cáscara cederá y se empezará a agrietar. Si lo hacemos bien, el coco se abrirá justo por la mitad, pudiendo conservar después las dos cáscaras para usarlas como macetero, o como recipiente para presentar un aperitivo. ¡Quedan muy rústicas y van geniales para una fiesta tropical!

Una vez abierto, cogemos un cuchillo afilado, y realizamos cortes en la parte interior de la fruta, cortando así la pulpa. Con la punta del cuchillo, iremos pasando alrededor de la piel, para que se desprenda de la cáscara. Y realizaremos la misma operación hasta terminar extrayendo toda la pulpa. Ésta, la pelaremos con la ayuda de un pelador de patatas, o un cuchillo pequeño. Tenemos que tener en cuenta que la piel es también bastante dura.

Una vez pelados todos los trozos, los lavaremos bien con agua, bajo el grifo, o poniéndolos en remojo. Desechamos el agua, y ponemos estos trozos en el vaso de la batidora eléctrica, para picarlos finos. Si preferís, se puede rallar con un rallador fino y saltarnos este paso.

Seguidamente, lo pasamos a un vaso, para triturarlo, junto a su agua, que habíamos reservado, en el vaso de la batidora de mano. De este modo, obtendremos un puré muy cremoso y espeso. Seguimos triturando hasta que quede fino, y dejamos reposar la leche de coco natural durante 30 minutos.

Pasado el tiempo, vertemos todo sobre un colador, poniendo un recipiente debajo que recoja después la leche de coco natural. Presionamos, ayudándonos de una cuchara, para extraer todo el líquido. Y, la leche resultante, la leche de coco natural la guardamos en un recipiente esterilizado, preferiblemente de cristal, que cierre herméticamente, y refrigerado.

Leche de coco casera

Y con la pulpa restante…

Con la pulpa restante, la ponemos en una bandeja de horno, forrada con papel vegetal. La extendemos muy bien e introducimos en el horno a 110ºC, y dejamos que se vaya secando y perdiendo toda la humedad. De este modo, conseguiremos polvo rallado seco, para condimentar ensaladas, para preparar bizcochos, añadir al desayuno, o al yogur…

Leche de coco casera

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