Pastel de salmón con masa filo al horno

Una comida gourmet con este pastel de salmón con masa filo

Sí, este pastel de salmón con masa filo os sorprenderá. Tanto por la textura como por su interior con pescado. No sabría deciros si me gusta más caliente o templado, pero os aseguro que es una receta deliciosa.

Y si os preguntáis cómo aparece este plato por aquí… Pues la inspiración viene dada por una receta rusa. Porque además del vodka, el caviar y la sharlokta, las gastronomía rusa tiene algunos platos dignos de monumento. En concreto, me inspiré en el coulibiac, que es algo tan sencillo como un pastel salado de salmón y otros ingredientes envueltos en una masa que puede ser tanto de brioche como de hojaldre o lo que más os apetezca. El tradicional que me dio la idea se prepara por capas: salmón, arroz, espinacas, cebolla, huevos… Y se cubre o enrolla en la masa.

He optado por hacer un relleno mezclado, para que todos los ingredientes queden de forma homogénea y evidentemente, sustituyendo algunos de ellos. Y el resultado de este relleno, dentro de una masa extra crujiente y dorada al horno que le aporta un toque crunch delicioso. Les gustará hasta a los más pequeños.
El origen de este plato está, como os decía, en Rúsia, donde era muy preciado en la época imperial.

Ingredientes para el Pastel de salmón con masa filo:

• 500 gr. de puerro
• 1 cucharadita de tomillo seco
• 250 gr. de salmón fresco
• 200 gr. de espinacas frescas
• 75 gr. de queso rallado
• 3 huevos
• 10 hojas de masa filo
• sal
• pimienta negra
• parmesano rallado
• aceite de oliva virgen extra

Preparación del Pastel de salmón con masa filo:

En primer lugar, precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

En una sartén, poner cuatro cucharadas de aceite y llevar a fuego medio. Lavar el puerro y picarlo pequeño, procurando dejarlo todo del mismo tamaño. Cuando el aceite esté caliente, verter el puerro troceado en la sartén. Salar y dejar aproximadamente unos 25 minutos que se vaya salteando a fuego medio, hasta que esté transparente. En este punto, añadir las hojas de espinacas, previamente lavadas y escurridas, y dar unas vueltas para que se pochen junto al puerro. Espolvorear el tomillo y un poco más de sal al gusto. Cortar el salmón a dados pequeños, de aproximadamente 2 cm., y integrar en la sartén con el retso de ingredientes. Con todo, dejar cocer unos 4-6 minutos aproximadamente, o hasta que las espinacas hayan perdido mucho volumen y el salmón haya cambiado de color.

Integrar, en la misma sartén, el queso rallado, y dar unas vueltas para combinarlo todo y que el calor residual funda el queso. Dejar apartado para que pierda un poco de temperatura.

Por otro lado, batir los huevos, con un poco de pimienta y sal, y juntar en la misma sartén con el resto de ingredientes, cuando éstos ya hayan enfriado ligeramente.
En la mesa de trabajo, estirar las láminas de masa filo y pintar cada una de ellas con aceite de oliva, ayudándonos de un pincel de silicona. Engrasar también una sartén apta para horno o una fuente redonda. Cubrir con todas las hojas de masa filo, de modo que quede sobrante por los lados para después poder cerrar la tarta.

Verter en el interior de la masa filo todo el relleno, combinado bien con los huevos batidos. Con cuidado, ir cerrando las hojas de filo como si fuese un paquetito. Por último, pintar toda la superficie con más aceite de oliva, espolvorear con parmesano rallado y un poco de pimienta negra recién molida.

Introducir en el horno durante 30 minutos o hasta que, al pinchar con un cuchillo, éste salga limpio.
A continuación, sacar el pastel del horno y servir de inmediato en la misma sartén.