Ruffled Milk Mini Pies [Receta paso a paso]
El Ruffled Milk Pie que hoy os presento en Delicious Martha es un pastel dulce típico griego. Concretamente lo toman en la época de Pascua, aunque está tan bueno y podemos hacer tantas adaptaciones que en cualquier momento puede sacarnos de un apuro… Porque además, es extremadamente sencillo, como ya veréis en el paso a paso.
Esta receta de Vefa Alexiadou, la Ruffled Milk Pie, la he querido preparar de forma individual, primero porque me encantan los postres presentados así, y en segundo lugar porque la cantidad que propone la receta original es mucha, por lo que quise reducirla a la mitad.
Os sorprenderá su textura, ya que combina la superficie extra crujiente espolvoreada con el azúcar glas y la canela, con una base cremosa por la mezcla de leche y huevo aromatizados con vainilla y limón. ¡Simplemente sublime!
Ingredientes para 4 Ruffled Milk Mini Pies:
- 4 hojas de pasta philo
- 60 gr. de mantequilla
- 100 ml. de leche entera
- 1/2 limón, su ralladura
- 1 vaina de vainilla
- 60 gr. de azúcar
- 1 huevo
- Canela en polvo, para espolvorear
- Azúcar glas, para espolvorear
Precalentar el horno a 170ºC. Derretir la mantequilla y untar cuatro moldes pequeños.
Con un pincel, pintar una lámina de pasta philo con mantequilla.
Poner de forma vertical y enrollar sobre sí mismo, formando una rosa.
Colocar en el molde.
Repetir la misma operación con todas las hojas.
Poner en un cazo la leche, la vainilla y la ralladura de limón. En cuanto empiece a hervir, retirar del fuego y reservar.
En un bol, batir el huevo con el azúcar.
Ir añadiendo poco a poco la leche, removiendo constantemente para que el huevo no se cuaje.
Combinar completamente y repartir la mezcla sobre cada pie.
Hornear de nuevo 25 minutos más o hasta que el huevo haya cuajado. Retirar del horno.
- Aunque está igualmente deliciosa al día siguiente, es mejor consumirlo el mismo día, para que la superficie no pierda la textura crujiente.
- Esta es la receta original, pero se puede variar según el gusto, añadiendo chocolate a la leche, aromatizándola con anís, licor, o incluso decorarla con hilos de chocolate fundido.
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